Esta tirada conmemorativa de la revista Cuba y América presenta un exterior alegórico de exquisita factura con componentes simbólicos que difieren de los que luego serán tradicionales.
La conquista republicana se representa esta vez con la escena de la coronación. Una dama, suspendida en el aire, laurea a otra joven, recostada sobre el globo mundial: la victoria corona a su hija, la República cubana.
Esta portada es la estampa idealizada de un sistema político-cultural emergente. Estamos en presencia de una República joven, hermosa, laureada y moderna.
La guirnalda de laurel encarna el triunfo; la pluma y el álbum que sostiene la República constituyen parábolas de la Constitución; atrás, varios elementos destacan los campos beneficiados con el nuevo sistema gubernamental.
La línea del art nouveau enmarca la obra con un pliegue arabesco que, junto a los elementos florales, denota dicha, fastuosidad y ventura.