En 1939 Bohemia presenta una República de mirada incierta. Coronada por un gorro frigio y laureles, con el escudo como broche en su cuello y al fondo la bandera, exhibe condensados todos los iconos alegóricos.
La incertidumbre de su contemplación y de su gesto alude al también incierto curso político del país, que había demostrado no cumplir con el proyecto de los revolucionarios de la década de 1930. (véase la portada de Bohemia de 1933)